Llega la Navidad y con ella la ansiedad de poder poblar el Árbol, que preparamos desde el 8 (Dia de la Virgen), con los regalos solicitados… muchos de ellos son solo deseos, pero lo más importante es reunir bajo la protección de ese pesebre la mayor cantidad posible de la familia… Y la nostalgia nos sacude, porque hay amigos que se han ido… y familia que ya no estará…
Ganaremos presencia con las esposas, esposos, novias y novios de nuestros hijos… Y también la perderemos por la misma razón… Y los hijos, hermanos, primos que se han ido a vivir lejos y no siempre pueden venir…
Lo cierto es que en esta festividad, en esta ocasión que tenemos para reunirnos, la queremos hacer a lo Argentino… con una mesa saturada de todo tipo de comidas… y copiando costumbres europeas de esta fecha, nos hartamos con deliciosas calorías propias del invierno…
Pero la maravilla de la Navidad es otra… que muchas veces no sabemos ver… con un pequeño esfuerzo, los que nos han dejado, retornarán en una foto, en una anécdota… en un aroma… incluso en el deslizar de una lágrima rodando por la mejilla podremos sentir su presencia como un chispazo de luz… y aunque una angustia haga nudos en la garganta y no podamos decir palabra bastará una palmada, un abrazo, un apretón de manos, un choque de puños… lo que sea… y la sonrisa creciente empezará a gritar «FELIZ NAVIDAD»!!
Independientemente de la religión que profesemos, no podemos negar que el mensaje de Amor de esta fecha supera cualquier diferencia… Mahatma Gandhi  (Hinduista) valora principalmente a Jesús como un mensajero amoroso al igual que lo hace el Islam… Por una noche… la nochebuena de 1942, Villancicos y Canciones Navideñas detuvieron  las balas y las bombas en Stalingrado…
Es así que lo que se transmite en Navidad es solo la cresta del iceberg y  esa  Paz, esa Empatía, esa Comprensión, ese Perdón, ese Amor deberían ser moneda cotidiana para compartir cada día del año…
Si nos dedicamos al trabajo o la especulación para conseguir dinero y bienes… conseguiremos seguramente dinero y bienes… si en nuestra vida hay enojo y violencia, eso será lo que recibiremos… pero si hay Amor… sea en el trabajo o en el ocio, nos nutriremos de él y conseguiremos cosas más valiosas que cualquier fortuna…
Es eso lo que ese Niño Nacido en Belén nos está pidiendo que hagamos… que festejemos cada día… Y que cada vez que deseamos Felicidad sea un deseo auténtico y genuino…su mensaje es el concepto de que somos hermanos e iguales ante Dios… y su mandamiento es ese… el del «Amor»…
A pesar de lo simple que esto parece, ha resultado bastante difícil para la humanidad… sin embargo aún estamos a tiempo, porque en cada niño que nace, Dios renueva la Esperanza que le asignó a aquel, nacido en Belén… Así que en cada Navidad tenemos la oportunidad de redimirnos, y amarnos a pesar de nuestras humanas diferencias…
Una manera con la cual podemos liberarnos de nuestras culpas y pecados, es siendo agradecidos…
Es así que tengo que agradecer a los que tienen la paciencia de leer estos escritos, a tantos amigos que me comprenden, a tantos alumnos que me soportaron, a los  familiares que me sostienen, a los compañeros de trabajo que me han ayudado, a los compañeros de estudio y tantas otras personas que han pasado por mi vida y han dejado en ella un poco de la suya… Un gracias muy grande a mis hijos y sus compañeros – Magalí, Marcos y Maité, Marcelo y Jesús – por su enorme paciencia… otro gracias gigante para mis nietos Emilia y Didier por su Amor simple, incondicional y divertido… para Elda que representa a toda la Familia Poussif… para Alejandra que sostiene mis proyectos y me da vida con los suyos…
Y un gracias infinito para los que no están, pero son el espíritu de la fiesta… junto con el Niño que nace adornan mi corazón… mi Mamá (la Beba) mi Papá (el Profe Giménez) y los 30 años de Amor de Susana…
Finalmente un gran deseo de Felicidad para todos y que ese niño de Amor nazca en cada uno como lo dice la Canción de Susana «Escúchame»
Tómate un ratito y con la letra precedente y canta con Daniela la canción de Susana… instrumentada por «Colo» Márquez y su hijo Pablo…