Curiosa iniciativa

El turismo aventura está muy relacionado con actividades que generalmente están identificadas con nombres ingleses como el Rafting, Kayaking, Trakking o también se incluye el Parapente, Cabalgatas, 4 x 4, Barranquismo, Escalada, etc., etc., actividades deportivas que poco tienen que ver con el bucólico paisaje de nuestra pampa húmeda, donde lo más destacado es la presencia algunos monteciIlos en un verde mar de soja o doradas mieses.
El horizonte se ve hasta en su mínima expresión y ver caer el sol, es un sencillo acto que la mayoría puede apreciar saliendo unos pocos metros más allá de la puerta de su casa. Sin embargo cuando el espíritu aventurero anima al hombre, el desafío golpea la puerta y desde allí, con buena imaginación y bastante voluntad se puede lograr una inolvidable tarde de zozobra y divertimento en todas sus medidas. Así lo pensaron y lo llevaron a la práctica Carlos Giménez y su amigo Marcos Olmos, que decidieron recorrer el canal de la Alternativa Norte que desagota las aguas de La Picasa en la laguna de Teodelina.
Luego de muchas charlas y promesas mutuas de hacer el recorrido, un domingo, a media tarde Marcos incentivó a Carlitos a hacer el viaje prometido en piragua, y allí salieron los hombres con la compañía de Magalí Giménez, cuya madre los esperaría en uno de los cortes que tiene el canal con una de las rutas que cruza. Cerca de las 18, los viajeros partieron desde la estación de bombeo que esta a pocos kilómetros de San Gregorio, la corriente es raída y el canal es playa, con lo cual viajaron con cierta rapidez, sin que ello fuera óbice para poder apreciar la fauna que se va asentando en el canal y las lagunas. Giménez destaca que el canal tiene mas de dos metros de profundidad y una boca de aproximadamente 18 metros, Desde las paredes de tierra rojiza pudieron ver asomarse los húmedos hocicos de las nutrías, que miraban con curiosidad, pero alertas a los viajeros. En otro tramo del recorrido, se encontraron con una familia de patos, donde los padres asistidos por la intempestiva y poco apreciada visita levantaron vuelo, en tanto que los pequeños optaron por hundirse en el agua y salir unos metros más adelante.
Desde San Gregorio hasta donde pretendían llegar, hay tres lagunas, que por ser muy playas, y no contener más de 50 centímetros de agua, dificultaba la travesía, que tenía que hacerse a pie, de parte de los caballeros, en tanto que la damita prefería ser trasladada a mano en el improvisado trineo. Las lagunas desbordan de aves, de belleza poco común, patos, garzas, flamencos, apenas se espantaban ante la presencia de los viajeros. Lo más dificultoso ocurría al llegar a los cruces entubados del canal, donde había que salir del agua, porque la piragua no pasaba, así que en siete oportunidades, tuvieron que cargar el liviano bote y pasar caminando. Todas estas peripecias hicieron que llegara rápidamente la noche y que por lo menos Carlos perdiera la orientación, en medio de una de las lagunas. Mientras tanto Susana los esperaba ruta arriba. Un poco decepcionados y sin saber muy bien donde estaban empezaron a cavilar una solución, cuando Marcos, echando una mirada en el lugar aseguró que reconocía el camino, «más adelante hay un cartel», aseguró y partió a ratificar su idea. Carlos y Magalí esperaron al muchacho que volvió enseguida satisfecho por comprobar que tenía razón.
«Pensamos que era un cartel indicador de la distancia al próximo pueblo, y que por lo menos que nos diera una orientación. Sin embargo casi me desmayo, cuando Marcos me dijo muy suelto de cuerpo que el cartel decía: Peligro». Sin embargo y pese al escepticismo de sus acompañantes, Marcos llamó a Susana dándole las instrucciones precisas, hasta que la mujer llegó con el automotor y recogió a los aventureros. Los resultados fueron valederos: tardaron casi cuatro horas en recorrer 15 km, y quedó pendiente del desafío de hacer, en un futuro no muy lejano, el resto del camino, hasta llegar a la Laguna de Teodelina y así concretar un viaje de aventuras en medio de la Pampa Húmeda.

Este escrito fue realizado por Norma Migueles, publicado el día viernes 19 de enero del 2007 por el diario el informe.

Fotografía original de la publicación 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *