Cuando era chico, el Día de los Muertos se asociaba con el Día de los Santos y no teníamos clases… las familias (Católicas) se preparaban para las misas y las correspondientes visitas al cementerio para llevar flores a los muertos… las esquinas de la plaza desbordaban de Floristas(algunos más profesionales que otros) que hacían su negocio presentando su mercadería con una consternación actuada para empatizar con los clientes…
Mi familia no participaba mucho de esto porque no hacía mucho que estábamos en el pueblo… pero a la hora de la siesta, cuando mis amigos se sacaban la ropa de etiqueta, me unía a ellos en la excursión a la laguna y con una gomera prestada le erraba a cuanto bicho se encontraba a tiro…
Años más tarde me fui enterando de más detalles… Según parece, la fecha fue propuesta por San Odilón (962 – 1049) abad del monasterio de Cluny (Francia) y en nuestro país el «Día de los muertos por la Patria» fue instituido por el Consejo nacional de Educación en 1908…
En América, quizás para la misma época de San Odilón, o tal vez antes… los Aztecas y los Mayas también tenían rituales para los muertos… para los antiguos mesoamericanos, la muerte no tenía las connotaciones morales de la religión cristiana, en la que las ideas de infierno y paraíso sirven para castigar o premiar… ellos creían que los rumbos destinados a las almas de los muertos estaban determinados por el tipo de muerte que habían tenido, y no por su comportamiento en la vida.
Y luego de la llegada de los españoles a América, la fuerte cultura Nahuatl quedó latente en la corriente conquistadora y en algunos países se incorporó en distintas conductas y rituales…
Tal es el caso de el «Día de los Muertos» en México y otros países centroamericanos… que en el Día de los «muertos» celebran la «vida» que tuvieron sus muertos… resultado del sincretismo de las prácticas mortuorias de las culturas Mexicas y Católicas…
Para algunos antropólogos, esto solo con el objeto de disminuir la influencia Católica y unificar prácticas culturales de México…
De todos modos, en nuestro país se conmemora con recogimiento y pidiendo perdón por los pecados y absolución para los muertos, mientras que en México se celebra con alegría la vida que han tenido y se refuerza el recuerdo de los mejores tiempos…
Dos modos distintos de ver las cosas… ninguno errado
De mis deudos yo recuerdo «todo»… hasta cuando no estábamos bien y nos sacábamos chispas… seguramente más por mi culpa que por ellos… por lo que debo pedir perdón… tengo la certeza que ellos ya están perdonados…
Hubo tiempos en que tuvimos que sortear dificultades y lo hicimos juntos… esos los recuerdo con una nostalgia que me fortalece…
Y como no atesorar los momentos felices… aunque derrame lágrimas, el recuerdo me produce una inmensa alegría…
También están los Muertos por la Patria… Los de la Independencia, los de Malvinas y los que ahora, por cuidarnos arriesgaron y perdieron su vida en esta sórdida batalla de la Pandemia…
Así es para mi… cómo no celebrar la vida de quienes me han dejado… si por ellos mi vida es lo que es… con sus luces y sus sombras, con su oscuridad y su brillo… nunca solo blanco y negro… de infinita variedad de colores… complicada, difícil… «jodida»… pero maravillosa… y la elijo llena de Esperanza… Esperanza que se sustenta en quienes me acompañan y en quienes me han dejado…
Cuantas palabras preciso cuando Francisco Luis Bernárdez lo dice en tan pocas…