Para el Día del Profesor, es inevitable que recuerde y haga referencia a mi Papá… el «Profe Giménez»… y es verdad, el dejó en mi y en tantos otros una marca indeleble que nos ha guiado en el camino de la vida…
Si bien tuve una variada cantidad de Profesores en la Escuela Secundaria, el Profesorado y la Universidad (a quienes estoy profundamente agradecido), esta vez quiero hablar de otros que estuvieron conmigo a lo largo de mi carrera…
Aunque me llevara unos años darme cuenta, he aprendido tanto de mis Alumnos que tengo la obligación de estar agradecido…
Sin ellos, los profes no somos nada… como el artista necesita al público, para nosotros cada alumno cuenta… nos nutrimos de sus demandas, de sus inquietudes, de sus deseos… por ellos buscamos nuevas estrategias, indagamos en métodos, incorporamos otras teorías a las aprendidas… son los que nos han llevado de paseo por sus ilusiones a la par que manteníamos las nuestras…
Hemos aprendido de sus potencialidades y también de sus carencias…
Sus dificultades nos han mostrado lo duro de nuestra tarea… pero la alegría de cada día nos hizo ver que era posible y no tan difícil…
Así es el trabajo de los profesores, agobiante muchas veces y otras extremadamente maravilloso…
Yo lo viví desde adentro, los sueldos no son los mejores, a las escuelas siempre les faltan cosas, los gobiernos llenan de burocracia la tarea educativa… sin embargo… sin embargo… A medida que pasan los años nos vamos dando cuenta que la asignatura que elegimos es un instrumento que nos permite crear vínculos que se van multiplicando y con el correr del tiempo recibimos el premio con jóvenes que se transforman en colegas, médicos, economistas, farmaceuticos o simples trabajadores que van por la vida con dignidad…
En el vínculo está el secreto… ese vínculo hará que los dos lleguen a los límites… por curiosidad, por fidelidad, por esperanza, bucean en el conocimiento… en uno anida el éxito en la vida, en el otro la preparación de un «ave» que volará del «nido».
Que extraordinario y un poco secreto orgullo sentimos, cuando por la calle nos cruzamos una joven o un muchacho que apenas nos parece conocer y nos dice: «hola Profe, cómo anda usted» y solo eso nos alcanza para compensar las falencias del camino.
La escuela de hoy, por los adelantos tecnológicos, presenta grandes desafíos, algunos muy difíciles pues por lo rápido que se producen, pero es la crisis social la que produce mayores problemas en donde las y los Profes ven diluirse sus esfuerzos… Sin embargo, al llegar a la Escuela a dar su cátedra, cuelgan en el invisible perchero de los problemas, todos los suyos, para afrontar todos los «no puedo, no se, no quiero, no me dejan», y transformarlos en la alegría de saber…
Para mi Papá que fue nuestro ejemplo, para mi Hermana que sigue en el «ruedo», para todos mis compañeros de las Escuelas donde trabajé, para los que se jubilaron, para los que se han ido y para todas las Profesoras y Profesores que creen en la Educación y enseñan con la ética de José Manuel Estrada y le agregan pasión y alegría… Un muy Feliz día del Profesor!!!!