«En 1889, celebrando los 100 años de la Revolución Francesa, París elevaba su torre y organizaba la Gran Exposición Internacional… Argentina envió una variada muestra de frutos del país… Y en una jaula se expusieron nueve «Nativos antropófagos sudamericanos»… De doce Onas que habían sido enviados, tres murieron en el viaje, y los restantes, en la jaula de hierro aullaban de hambre y la gente se agolpaba por ver como esa familia degradada devoraba trozos de carne cruda que le arrojaban…»
Así, al decir de Eduardo Galeano, fueron celebrados los primeros cien años de la Declaración de los Derechos del Hombre…
Los pueblos originarios de América, como los demás pueblos en el planeta han tenido sus propias luces y sombras… Imperios construidos con sangre de sacrificios, discriminación y abuso de los desprotegidos… nada que no nos haya contado la Historia en Europa, Asia, África u Oceanía… la misma miseria de la condición humana… pero como los demás también llevaron en sí la misma esencia de criaturas de Dios…
No existen datos fehacientes para determinar la población en América antes del siglo XVI, pero se estima que el número rondaría entre 30 y 60 millones… pero para el año 2010 vivían en América cerca de 45 millones de Nativos, un 8.3% de la población de la región. Los países con mayor población nativa son Bolivia 62.2%, Guatemala 41%, Perú 24% y México 15%. Hay alrededor de 820 pueblos originarios, pero más de 330 están en peligro, debido a la fragilidad demográfica, los desplazamientos forzados, la desnutrición y la elevada mortalidad…
Un número que debería haberse multiplicado varias veces…
Lo cierto es que el 12 de octubre Cristóbal Colón llegaba con su expedición a la costa de la isla Guanahaní y se producía lo que se llamó el descubrimiento de América… el encuentro de Dos Mundos… luego vendría la Conquista… en nombre de Dios los pueblos originales fueron sometidos, esclavizados o exterminados… sus tierras ocupadas mas el cambio de sus culturas y su religión… paradójicamente, enfermedades europeas, que poco efecto hacían a los conquistadores, diezmaron a los nativos, dejándolos a merced de los extranjeros que a sangre, hierro y fuego le impusieron idiomas y creencias mientras muchas etnias fueron extinguidas…
Pero los conquistadores fueron poblando esta tierra y sus hijos, que se hicieron uno con la América mamaron de ella su espíritu y bregaron por su libertad para no seguir siendo sometidos por los pueblos conquistadores de Europa…
A lo largo y ancho de América han quedado grupos que conforman los pueblos originales.
Hoy, los descendientes originarios, tratan de mantener sus tradiciones, en un contexto de interacción totalmente distorsionado, en inferioridad, con un marco de marginalidad y muchas veces desprecio; su desarrollo es difícilmente sustentable, siendo progresivamente absorbidas por las culturas foráneas… Sin embargo, como si fuera una resistencia a la conquista, la América encuentra en el idioma la forma sutil de mantener viva su rebelión… Y en la dulce y cantarina «Tonada» nuestras raíces ancestrales se aferran por siempre aflorando en cada diálogo…Y como Dice Antonio Esteban Agüero:
…»no tendremos bandera que nos cubra
tremolando en el aire de la plaza…
ni canción que nos diga entre los pueblos
cuando suene el clarín, y la proclama
desanude las últimas cadenas
y destruya el alambre y la muralla…
Pero tenemos esta luz secreta,
esta música nuestra, soterrada
este leve clamor, esta cadencia…
Este cuño solar, esta venganza,
este oscuro puñal inadvertido
este perfil oral, esta campana
este mágico son que nos describe…
Esta flor en la voz… nuestra Tonada»
En este día, que fuera el de «La Raza» en el pasado y hoy de «La Diversidad Cultural» debemos tener por otras culturas y sus tradiciones el mismo respeto y consideración que pretendemos para nuestra cultura y nuestras tradiciones…
