La elección de la fecha deriva del Aniversario de la creación de la rama técnica de la Educación Especial, que tuvo lugar el 9 de agosto de 1949.
Actualmente la Educación Especial es la modalidad del Sistema Educativo destinada a asegurar el derecho a la educación de las personas con discapacidades, temporales o permanentes, en todos los niveles y modalidades del Sistema.
En el marco de la “Declaración de los Derechos Humanos” que reafirma el Derecho que todas las personas tienen a la educación, el 9 de agosto 1949, se crea en nuestro país la Dirección de Educación Especial.
En la Argentina, la educación especial está orientada por el principio de «inclusión educativa» (inciso n, Artículo 11 de la Ley de Educación Nacional) y brinda atención educativa en casos específicos que no puedan ser abordados por la educación común.
Le compete a la Educación Especial, como tarea sustantiva, la atención de los niños, niñas y jóvenes con necesidades educativas especiales con base en algún tipo de discapacidad, garantizando su itinerario educativo desde la primera infancia y hasta la adultez a través del conjunto de servicios en escuelas especiales y comunes.
La evolución del concepto de integración al de inclusión, requiere dejar de pensar en el individuo que se integra a pensar en el contexto, de modo que es éste el que debe satisfacer las necesidades de todos los que se encuentran en él; la institución cobra una importancia decisiva y requiere de un equipo de profesionales capacitados para la toma de decisiones y su ejecución.
Por ello quienes realizan la tarea Educativa en las Escuelas Especiales no solamente están preparados profesionalmente sino que también, por su elección y su desempeño adquieren la singular empatía que les permiten transitar ese mundo tan «especial» en el que hay que componer distintos universos sin perder las particularidades de cada uno…
Y en esos diferentes «Universos» también estamos nosotros… los que nos creemos normales… los que más de una vez nos molestamos cuando vemos a los que se comunican con señas, que no entendemos, o desconfiamos de un ciego cuando reconoce el valor del dinero… o suponemos que alguien con Síndrome de Down no puede desempeñar un trabajo, que nos fastidia una silla de ruedas que nos impide el paso y tantas cosas más… Cuántas veces pensamos: ¿Qué hacen ellos en el mundo de las personas «normales»? Sin ver el esfuerzo que realizan para adaptarse… cuando nosotros no hacemos nada para poder entenderlos…
Por eso, la tarea de los maestros de esas personas es realmente extraordinaria y se favorecería si cada uno de nosotros intentara ir de paseo a esos mundos… (que no hace mucho se los ocultaba tras un velo pretendiendo no existir…) pero con herramientas para no ser solamente un espectador y poder «oir» la maravilla del lenguaje de señas, «ver» con las manos y sumergirse en la increíble ternura de las personas con Síndrome de Down…
Por esas extraordinarias cualidades… muy Feliz Día a todos quienes comparten alegría en las Escuelas Especiales!