En casa fuimos hijos de Madre Judía y Padre Católico y de niños no se nos impuso ninguna de las dos religiones, pero si se nos informó de ambas y aunque ninguno de los dos era «practicante», convivieron la Cruz y la Estrella de David.
De chico vi a compañeros tomar la «Comunión» y a familiares celebrar el «Bar Mitzvá» para ser «Hijos del Mandamiento»… y entraba a la Iglesia solo en los actos escolares o en algún casamiento. En la adolescencia la religión no cambió mucho mi escepticismo y me dejé llevar por el idealismo del momento…
Los estudios superiores y el trabajo luego me pusieron en un camino donde lo religioso tenía un rol más significativo y fue el Amor lo que me volvió a introducir en un Templo y la Iglesia Católica – la de los Papas –
Y esa Iglesia nos casó en un rito mixto que unía a una «Católica» con «uno que no era nada». Y un tiempo después, a esa misma Parroquia – de la Sagrada Familia de María Teresa -, llegó un Sacerdote que definiría más mi aceptación…
Y el «tipo», a poco de llegar hizo festejar los 60 años de la Parroquia con una cena para todo el pueblo … «Gratuita».
Si, leíste bien!
Claro Julio Pecci «mangueó» las vaquillonas, las verdulerías donaron la verdura, los almacenes la bebida y más de 250 personas fuimos el servicio en la noche del 18 de octubre de 1996 en el gimnasio de la Escuela, donde aproximadamente 2000 personas disfrutaron de una hermosa velada y pasada las 24.00 horas le cantamos el «Feliz Cumpleaños» a Ana Carnevale y a Susana Griffin…
No te suena al milagro de la Boda de Caná y la Multiplicación de los panes?
Pues este buen Cura Julio recibió en la parroquia a otro Sacerdote. Un Cura, Misionero de la Consolatta, originario de la zona rural de María Teresa que estaba cumpliendo su misión en El Zaire (República Democrática del Congo), y en este momento de paso por la Argentina, algo así como exiliado transitorio por los conflictos tribales de aquel país. (En este link podrás interiorizarte)
En esa visita Oscar Goapper contó algo de la desgarradora historia de esos pueblos, golpeados por la violencia y la pobreza y nos mostró en un breve pantallazo como era su «Misión».
Además de llevar la «Palabra» trató de ayudar con la «Salud» y fue Médico Clínico, Obstetra, Oftalmologo, Cirujano y más… pero de Verdad… pues se graduó de Médico y sanó los cuerpos primero y después las almas…
Construyó un Hospital en la jungla Africana y abrió vientres para dar a luz a nuevas vidas y limpió cristalinos para que otros puedan ver la «Luz» que el mismo prodigaba…
Y porqué escribo de dos «Curitas»? Uno en un pueblito del sur de Santa Fe y otro en una remota aldea en el corazón de África…
Porque los dos (seguramente habrá muchos como ellos) reflejan, a mi humilde entender, el verdadero sentido de un Sacerdote que representa a Jesús el Galileo…
Pues se han bajado de los pedestales para estar con los dolientes y necesitados, pero también lo han hecho para mostrarle a los ricos y opulentos las maravillas que se alcanzan cuando se comparte… como lo dice Antonio Alejandro Gil en una de sus décimas:

Tiende tu mano al vecino
porque sí, por elegancia.
Que no todo sea ganancia
a lo largo del camino
Cambia de sabor el vino
cuando no hay con quién brindar.
Qué harás con atesorar
y ser opulento en bienes
si entre tus bienes no tienes
el bien supremo que es Dar..

Y además los dos, con sus acciones, con su obrar han concordado con las «Huellas del Pescador» que ha guiado la Iglesia Católica hasta ahora… El Papa Argentino Francisco I.
Será criticado seguramente, pero Él supo poner en el rostro del «Cristo Roto» el de cada uno de los dolientes y también el de los viles e impuros con la Certeza de que al «malo solo el Cariño lo puede ayudar sincero» (Volver a los 17 de Violeta Parra).
En 1999 Mupe Osikari, el Padre Oscar Goapper abandonaba la vida terrenal… y en María Teresa, donde dejó una huella importante, se lo despidió con esta canción que compuso Susana y la denominó «MANOS».
Y si bien son los Pies los que nos llevan por el camino, son las Manos las que correrán el velo para curar la ceguera que nos deja la ambición, el egoísmo, la envidia…
Por que no regalarle también a Francisco esta Canción, renovando la Esperanza de un mundo más justo…