Desde niños, aunque hayamos vivido en plena llanura, las montañas ocuparon un lugar central en nuestras vidas… Ya eran el fondo de un dibujo de una casita de humeante chimenea con un camino serpenteante que llevaba a quien sabe donde, o la imagen de la cordillera nevada de la gran Epopeya Sanmartiniana… o las que en su base tenían los oscuros túneles por los que se extraían los maravillosos minerales de la riqueza y el progreso… o las que cubiertas con un frío manto blanco se pueblan de esquiadores descendiendo a velocidades increíbles… o las que son desafiadas por intrépidos Montañistas en la búsqueda de gloria al conquistar su cima… o aquellas que señalan fronteras, o de las que bajan torrentes en los deshielos…
Lo cierto es, que esas gigantes que arañan los cielos y regulan los vientos, morada de los Dioses y dominio de los cóndores son todo eso y mucho más… Reservorio de minerales, depósito de una gran biodiversidad y gigantescas torres de agua, en las que viven más de mil millones de personas y la mitad del planeta depende de ellas para abastecerse de agua, alimentos y energía renovable…
Ya sean los Cárpatos, los Pirineos, los Alpes Suizos o Australianos, las Rocallosas, el caluroso Atlas, los interminables y polifacéticos Andes o el inmenso Himalaya, son los primeros indicadores de los cambios climáticos… Amenazados por los desastres naturales, la degradación de los suelos y la sobreexplotacion, cada vez en menos tiempo, pueden llegar a dejar de ser lo que son…
Estos gigantes que nos parecen eternos, que nos brindan tantas cosas y que guardan todavía infinidad de maravillas, son los que más dependen de nosotros… pues no pueden ser renovados ni preservados en una semilla… Solo están allí para que aprovechemos con mesura sus tesoros, modifiquemos su entorno para gozar de su inmensidad… pero debemos recordar que lo que horademos en sus bases afectará sus cumbre y un día no estarán allí…
Cada vez que recorramos las montañas, escalando, corriendo, trabajando o simplemente de paseo… destinemos un momento de reflexión para comprender que eso que estamos aprovechando, disfrutando o admirando… también necesita nuestro cuidado…
Excelente,no tenes ni idea lo que me gusta este momento,me levanto acompañada de unos mates y leo tus publicaciones,es un momento de reflexión,además es corto,divertido y es de alguien cercano felicitaciones Carlos y felices fiestas.