Hace dos milenios y un poquito más… 20 años, llegó el Niño con un mensaje… y su mensaje era el concepto de que éramos hermanos e iguales ante Dios… y un mandamiento, el del «Amor»…
A pesar de lo simple que esto parece, ha resultado bastante difícil para la humanidad… sin embargo aún estamos a tiempo, porque en cada niño que nace, Dios renueva la Esperanza que le asignó a aquel, nacido en Belén… Así que en cada Navidad tenemos la oportunidad de redimirnos, y amarnos a pesar de nuestras humanas diferencias…
Ha llegado el 24… Y todos ponemos todas nuestras energías en las humanas necesidades. .. Hacer lindos regalos, preparar ricas comidas, asegurarnos de que todo el ambiente este dispuesto para la venida del que mucho se le pide y no siempre se le da…
Por supuesto que todo ese esmero esta muy bien, y para muchos esta es quizás la única oportunidad que tienen para regalarse y para regalar… y para la que han hecho un esfuerzo desmedido en todo el año… en este en especial la desazón puede intentar adueñarse y reemplazar al festejo, por las frustraciones y las ausencias… No hay que dejarla que lo haga, pues siempre tenemos a mano un regalo que no debemos olvidar y que aparenta costar muy poco y resultar de infinito valor cuando se lo entrega… en esta ocasión, aunque tenga diferente forma, es imprescindible…
Se trata del Abrazo cargado de amor sincero, acompañado de una sonrisa y alguna lagrimita por los que no están…
Debemos asegurarnos que sea recibido para así también recibir el nuestro!
Recibe aquí mi abrazo y también el deseo de poder dártelo pronto en persona!
Como cuando armé el arbolito lo cargue con las posibilidades de corregir mis errores pasados… para esta Nochebuena tengo varios pedidos:
El primero es agradecer a los que tienen la paciencia de leer estos escritos, a tantos amigos que me comprendieron, a tantos alumnos que me soportaron, a los familiares que me han sostenido, a los compañeros de trabajo que me han ayudado, a los compañeros de estudio y tantas otras personas que han pasado por mi vida y han dejado en ella un poco de la suya…
Otro es poder conservar en mí el espíritu laborioso y recto que me dejaran mi Mamá y mi Papá…
También, en lo que a espíritu se refiere, la capacidad de amar que en más de treinta años me dedicaran Susana, mis hijos Magalí, Marcos, Maite y la que recibo ahora de Alejandra
Y finalmente un gran deseo de Felicidad para todos y que ese niño de Amor nazca en cada uno como lo dice la Canción de Susana «Escúchame»
Tómate un ratito y con la letra precedente, canta con Daniela la canción de Susana… instrumentada por «Colo» Márquez y su hijo Pablo…
Escúchame
Cristo,
pequeño Dios nacido en Belén
Niño,
que a cada instante naces en mi piel
Tú que has llegado hasta mi,
tú que te has hecho hombre también…
te quiero hablar,
escúchame.
Cristo que naces, Niño Jesús…
Dios que cargaras mi Cruz,
Quiero ayudarte mis fuerzas daré
Para que tus golpes duelan en mi piel
Cristo que naces, Niño Jesús…
Quiero ser fuego que aumente tu luz
tú que esta Tierra viniste a salvar,
seré paloma que anuncie tu paz
Cristo
mi alma pesebre será,
cada diciembre en mi nacerás…
Y mientras mi fe crezca en gracia y en cruz
Yo quiero anunciarte…
Jesús
Muy feliz Noche Buena y que recibas una Navidad colmada de abrazos…
MUY FELIZ NAVIDAD
Lindo escrito. Muchas Felicidades papa Carlitos