Excusa para encontrarse

Nuestro corazón ha sido rasgado cuando nos ha sido «prohibido» el Mate con argumentos sanitarios… sin embargo sigue circulando porque es nuestra sangre verde… con muchas bombillas y varios calabacines… El Mate nuestro de cada día…
Nuestra maravillosa geografía nos ofrece una muy variada gama de paisajes, que sin duda nos identifican como país, y creo también, que no dejan de sorprendernos… Pero hay una compañía casi milenaria, que ahora engalana con su presencia cada sitio y nos representa como Argentinos…
Aunque los hermanos paraguayos y uruguayos hagan un culto con el, el Mate es verdaderamente Argentino! Somos el mayor productor de Yerba Mate en el mundo… Y aunque su producción se reduce solo a una parte del litoral, en la mesa de un Argentino, a lo largo y ancho de la Patria, siempre habrá un mate para compartir…
El 30 de Noviembre es el Día del Mate en conmemoración al nacimiento del Comandante Guaraní Andresito Guazurarí… Un descendiente de Guaraníes que formó parte del Ejército de Manuel Belgrano en sus campañas al Paraguay y al Uruguay, luego pasó al servicio de Artigas, siendo gobernador Militar de la provincia de las Misiones Grandes (hoy Misiones y Corrientes) y desarrolló una férrea defensa del territorio contra los invasores de Paraguay y de lo que entonces era el Imperio del Brasil…
El pueblo Guaraní fue el creador de la bebida que sorprendió a los españoles y rápidamente fue adoptada por todas las comunidades, y aunque digan que el verdadero Mate es el Cimarrón  (el agua entre 70° y 80° y sin azúcar) cada quién le dará su impronta… con algún yuyito, quizás con miel y canela, o tal vez con unas gotas de grapa o vodka para paliar los fríos inviernos, o el refrescante tereré del verano…  Por ser tan auténticamente popular, no le faltan detractores… Y hay quienes lo asocian o lo dicen causante de enfermedades… también le asignan complicidad con la vagancia…
Pero, quién no ha pasado noches confesando cuitas, sorbiendo mate tras mate… o se ha quemado las pestañas estudiando con la compañía de los verdes, que menguaban la angustia de las «bolillas» (temas, capítulos,  etcétera) no estudiadas… o fue el fiel asistente cuando sumábamos las interminables facturas y entre los sorbos pensábamos cuáles quedaban para el mes que viene…
Pero el mate tiene más de lo que se ve… lo dice  Agüero: «pueblo somos por él, desde centurias… el nos dio generoso las virtudes, que entrelazan raíces esenciales en el nudo del ser, y nos perfilan… un idéntico rostro innumerable»… Y más adelante destaca: «…Y nos fue profesor de democracia, a pesar de los hierros comoniales… Porque supo igualar en la bombilla la sed del hijo con la sed del padre, el dolor de la criada y la señora… la hartura del rico con el hambre milenaria del pobre, de tal modo que supimos medir en lo que vale la celeste razón que nos convierte en ciudadanos civilmente iguales…»
El día del nacimiento de Andresito, también apelidado Artigas, heroico defensor de la roja tierra de Las Misiones Grandes, la tierra de los yerbatales, la tierra de la maravillosa jungla… de coloridos pájaros y ágiles y simpáticos monitos… Hoy es el día del Mate… El Mate de la Argentinidad que comparte, que confía y que cree en la igualdad de la Ronda…
Que tengas un hermoso y verde día…

Digo El Mate

Porque sábado es hoy y la mañana
Como una fruta desde el tala cae,
Y soy joven y sano, y me navegan
Tradiciones y música la sangre,
Quiero ser otra vez, entre vosotros
Para decir y celebrar el Mate.
De Guarania nos vino con la Yerba
Que resume fragancias tropicales,
Y ese barro de América que un día
Vio que llegaban sigilosas naves,
Con cadenas, y perros y arcabuces,
Y duras voces vulnerando el aire;
Santa yerba de América divina
Cómo todas las cosas naturales
Verde Yerba  de América, sembrada
Por quien hizo los ríos y las aves,
Y tendió la llanura hacia naciente,
Y hacia poniente levantó los Andes,
Y la Coca sembró para los Quichuas,
Y el Algarrobo para pan del Huarpe.
Yo era niño –recuerdo- y la primera
Memoria verde se remonta al Mate,
En mi casa de Merlo, donde el día
Comenzaba  a girar cuando mi Madre
Sorprendía el hervor de la tetera
Entre volutas de vapor quemante:
Y era luego la lenta ceremonia,
Vieja suma de gestos y ademanes,
Aquel ir y venir de la cuchara,
La visión del azúcar, el fragante
Esplendor de la Yerba, la bombilla
Con doradas virolas y espirales,
Y el porongo de plata que tenía
Curva de seno adolescente y grácil,
Y cobraba, de premio, en la penumbra
Nítida luz de religioso cáliz;
Ubre dulce me fue, mi vino verde,
Mi pan primero, mi nodriza amante.
Yo recuerdo sus íntimos sabores,
Y también sus diversas variedades:
Dulce Mate del alba que se bebe
Morosamente al emprender un viaje,
En la puerta de casa mientras miro
Entre neblinas despertar el valle;
Y aquel Mate primero del retorno
Por la sombra con grillos de la tarde,
Que nos vuelve liviana la fatiga
Sobre los hombros como un ala de ave;
Y ese Mate que beben los troperos
Cuando regresan de Salinas Grandes;
Y aquel Mate nocturno que me diera
Una muchacha cuya boca suave
Daba un beso primero a la bombilla
Como manera de poder besarme;
Y aquel Mate que sabe a beramota
O el que a mastuerzo y mejorana sabe;
O el que trae memoria del husillo
O el que una gota de aguardiente trae;
O ese Mate gustado en la penumbra
Que conforman higueras y nogales,
Mientras crece la siesta, y la cigarra
El masculino corazón me tañe;
Y aquel Mate de bodas, con su gusto
A rama nueva, a porvenir, a encaje;
Y ese Mate bebido en Carolina
Y el que bebí en la Sierra El Gigante;
Y el que un día me dieron en Trapiche;
Y el que supe gustar en Rumi-Huasi;
Y aquel fúnebre Mate que bebimos
En el velorio de Adelaida Chávez,
Lamentando su muerte y admirando
Su juventud de porcelana frágil…
Pueblo somos por Él; desde centurias
Su costumbre nos forma, como sabe
Modelar un cacharro el alfarero
Con la destreza de su mano suave;
Él nos dio, generoso, las virtudes
Que entrelazan raíces esenciales
En el nudo del ser, y nos perfilan
Un idéntico rostro innumerable;
Porque en Él se juntaba la Familia,
Como el agua diversa sobre el cauce,
Y al juntarse quebraba el egoísmo,
El monólogo torpe, las cobardes
Galerías del odio, y frutecía
Sobre mazorcas de granar afable;
Y nos fue profesor de democracia,
A  pesar de los hierros coloniales,
Porque supo igualar a la bombilla
La sed del Hijo con la sed del Padre,
El dolor de la criada y la señora,
La hartura del rico con el hambre
Milenaria del pobre, de tal modo,
Que supimos medir en lo que vale
La celeste razón que nos convierte
En ciudadanos civilmente iguales…
Y por qué no decir las Cebadoras,
Que vestidas de sedas o percales,
O calzadas de tímida alpargata,
O con zapatos de charol brillante,
Bajo el sol y la luna de la Vida
Supieron darme los mejores mates;
Viejas eran algunas, con el rostro
A corteza del molle semejante,
Lindas eran algunas, otras feas,
Desgarbadas, coquetas, elegantes,
Con cabello retinto como el ala
Voladora de tordos y zorzales,
O teñido por leve plenilunio,
O lo mismo que sombra de trigales,
Pero en todas igual se prodigaba
La gracia criolla como miel amable.
Sólo nombres conservo, como guarda
De las flores su aroma el caminante
Doña Mercho Cornejo, Lola López,
Francisca Cuello, Evangelina Páez,
Reginalda Lucero, Pancha Orozco,
Adelina Yanzón, Rosario Báez,
Clara Chiringo, Petronila Gómez,
Minerva Leyes –prima de mi padre
Doña Mercho Cornejo, Lola López,
Francisca Cuello, Evangelina Páez,
Reginalda Lucero, Pancha Orozco,
Adelina Yanzón, Rosario Báez,
Clara Chiringo, Petronila Gómez,
Minerva Leyes –prima de mi padre-,
Doña Delia Baigorria, Doña Isaura,
Sara Bedoya, Encarnación Morales,
Y una anónima joven de Punilla,
Y la por siempre recordada Carmen.
¿Dónde andarán ahora que las digo,
y las vuelvo una esencia para el Arte?
¿Cuál cocina gobiernan?
¿Qué alacena acomodan y limpian?
¿Qué zaguanes
las contemplan barrer por la mañana
con las escobas de pichana?
¿Cuáles
los arcones que ordenan en domingo?
¿Qué chirigua las oye entre los sauces?
¿Dónde sueñan, o lloran? ¿Dónde ríen?
¿Bajo cuál piedra con su nombre yacen?
De repente me callo porque siento
Una voz que me nombra, y, acercarse,
Sobre un tímido andar y una mirada,
Cálido, y dulce, y nacional, el Mate…
Autor: Antonio Esteban Agüero 

2 thoughts on “Excusa para encontrarse

  1. Excelente Carlitos,cada uno en este mundo tiene una misión,y tu talento es conectarnos con nuestra argentinidad y nuestros valores,me encantó,no dejes de hacerlo.Cariños.

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