Mediando la tarde me encuentro en soledad con mis pensamientos… el calor me los extrae en transpiración… exprime la meditación y me doy cuenta que un día, una semana, un mes, un año… son iguales… y al concluir evaluamos lo que pasó… y si lo que pasó valió la pena…
También me doy cuenta que muchas veces actuamos por inercia… y al final no nos damos cuenta ni que ocurrió en el día salvo que nos despertamos… y ya estamos por ir a dormir… eso es muy triste
Lo que ocurrió y probablemente siga ocurriendo con esta pandemia, que por momentos nos hace pensar que este 2021 (como el 2020) sea un año para el olvido… sin embargo, más allá de todas las heridas que nos ha dejado, este año en su recorrido y en su final nos está recordando la necesidad de ser felices que todos tenemos…
Por eso en esta tardecita, solo en mi casa disfruto pensando que mis hijos están de viaje para venir y la emoción me embriaga con la certeza que esta noche estaremos abrazados cuando den las 12.00…
Yo comparto mi felicidad aunque se que muchos no pueden hacerlo porque trabajan o están viajando… o están enfermos…
No importa… cuando terminen la encomienda, el viaje o se curen… no pierdan tiempo… corran a abrazar a sus, esposos, hijos, padres, abuelos, amigos… porque el año empieza en cada día!
Lo primero que deseamos siempre es la salud y el bienestar familiar, pues esa es la Felicidad inmediata… pero también hay que extender ese deseo para el resto de la Humanidad… y tiene que ser generoso y genuino… aún para aquellos que nos parezcan viles… pues si no son tocados alguna vez por la Compasión y el Amor difícilmente puedan transformarse y mejorar…
Por eso, en este fin, de un año en el que ha pasado de todo, deseo que la felicidad llene cada uno de los hogares de este mundo con especial atención para mi familia y mis amigos quienes están recibiendo este mensaje…
Feliz Año Nuevo!!!