Cuando llega el fin de año, todos nos llenamos de buenas intenciones… Y repartimos con la magia de la tecnología, miles de salutaciones con deseos venturosos a través de las redes sociales… Confieso que me gustaba más la llegada de las tarjetas en sobres, por el correo… en las que románticamente olíamos su perfume imaginando a la persona que la había mandado… y nos acercaba por una vez con aquellas personas (amigos o familiares) que estando lejos o por otras razones, era muy difícil encontrarnos, aún en esta fecha…
Sin embargo, la nueva modalidad tiene la ventaja del movimiento y la inmediatez y nos permite llegar en imágenes reales a cualquier parte del mundo y mostrar lo que sucede en el momento!
Y del otro lado del mundo nos pueden ver… Más flacos (ojalá ) o más gordos, canosos o pelados, con arrugas o con maquillaje…
En fin, verán en nosotros una mezcla de éxitos y fracasos… con fuerza y valentía para levantarnos de estos, y la esperanza para tener éxito.
Y esa esperanza nos lleva a trasmitir ese deseo, cada fin de año, para que cobre vida en nosotros y en todos los que tenemos en nuestro universo de amistades (hoy aumentado considerablemente por el whats app, Facebook, etcétera)
Y todos esas amistades y familia son la parte de nuestra Alma que nos sirve de impulso, para salir adelante pase lo que pase…
Cada uno que reciba este mensaje, de algún modo ha ocupado un tiempo de mi 2019… algunos sólo un pequeño flash… otros más tiempo… Pero no existe forma de valorar esa importancia… La luz es luz… me disculpo de no haber podido hacerla durar más tiempo… Y lo hago a través de este escrito… con la esperanza de que el 2020 nos permita mantener y profundizar el contacto… y porque no, darnos un caluroso abrazo!
Muy Feliz fin de año y que el 2020 comience de igual manera!