En los primeros tiempos, cuando los años se contaban en pocas cifras, la Iglesia acostumbraba a celebrar el aniversario de la muerte de un mártir en el lugar del martirio. Frecuentemente, los grupos de mártires morían el mismo día, porque se inmolaban juntos o eran perseguidos y sacrificados.
Claro, el Cristianismo no era muy bien visto en el Imperio Romano. Un candidato que era Emperador llamado Diocleciano, allá por el año 303 se mandó una persecuta de Cristianos con el afán de sofocar la Religión por lo que el número de mártires llegó a ser muy grande y la Iglesia los consideraba Santos y 500 años después, asignó un día para recordar a Todos los Santos… Los que habían pasado y los que se venían agregando, que ya eran menos pues el imperio Romano ya había adherido al Cristianismo.
Para cuando los Europeos trajeron la Cruz a América, se encontraron con que las Culturas Mesoamericanas tenían una celebración parecida… y para la misma fecha!
Desde tiempos inmemoriales los nativos desde el Alto México hasta Colombia inclusive, haciendo prevalecer el recuerdo sobre el olvido al finalizar el ciclo del Maíz (principal cultivo), esta gente celebraba a sus Muertos que volvían para compartir con ellos la comida que se llevaba a los altares…
En México esta celebración se unió a los Rituales Católicos a tal punto que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), declaró en 2008 esta festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por su importancia y significado en tanto se trata de una expresión tradicional -contemporánea y viviente a un mismo tiempo-, integradora, representativa y comunitaria.
En la Argentina el día 1 se celebra como manda la Liturgia Católica el Día de todos los Santos y el 2 de noviembre es dedicado a los Muertos por la Patria, aquellos que ofrecieron su vida para salvaguarda de la Nación!
Mucho tiempo antes… como 3.000 años atrás los pueblos Celtas de Europa, para lo que hoy llamamos 1 de Noviembre celebraban el Samhain (su año nuevo) y en la víspera de ese día se creía que los espíritus, buenos y malos, volvían para mezclarse con la gente en los festejos. Por eso en la vigilia se disfrazaban para protegerse y evitar ser dañados por los malos espíritus que debían ser expulsados con diferentes rituales.
Con la expansión del Imperio Romano se comenzaron a mezclar las cosas… y a la conmemoración que traían estos, se agregó la nueva : All Hallows Eve (Víspera de Todos los Santos) que terminó siendo la que hoy conocemos como Halloween con sus picardias, trajes, disfraces y desfiles…
Y es el día de hoy que llegando el 31 cuando el sol caiga podemos encontrarnos con niñitos disfrazados de «Monstruitos» con la pretencion de intercambiar picardias por golosinas. Es verdad que no es una tradición que corresponda a nuestra historia… tampoco es la de Papá Noel, Santa Claus o la Bruja Befana; pero si con ellas conseguimos espantar los malos hábitos que tantas veces nos dominan… como la Envidia, el Desprecio, la Soberbia, el Egoísmo, la Ambición desmedida, la Ausencia de Fe… y tantas más… y las reemplazamos por la Empatía, la Solidaridad, la Fraternidad, la Fe y sobre todo el Amor… entonces Bienvenidas sean! Y así terminemos con las guerras y todas las diferencias que nos separan para poder Festejar a los Santos y Honrar a los Muertos…