Maestro Almafuerte

En el día de su nacimiento, nada mejor que recordar al Maestro Almafuerte con sus versos que, en estos tiempos que nos agobian, nos pueden servir para sobreponernos de los malos momentos…

AVANTI
«Si te postran diez veces, diez veces te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas…
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte…
¡Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!»
Piu Avanti
No te sientas vencido ni aún vencido
No te sientas esclavo ni aún esclavo
Trémulo de pavor siéntete bravo
Y acomete feroz ya malherido
Ten el tesón del clavo enmohecido
que aunque viejo y ruin vuelve a ser clavo
Y no la cobarde intrepidez del pavo
Que amaina su plumaje al primer ruido
Se como Dios que nunca llora
O como A Lucifer que nunca reza
O como el robledal cuya grandeza
Necesita del agua y no la implora…
Grite y vocifere triunfadora
Ya rodando por el suelo… tu cabeza!
De la obra Siete Sonetos Medicinales  de Pedro Bonifacio Palacios – ALMAFUERTE

Nacido en una familia muy humilde y abandonado por su padre al morir su madre, Pedro fue verdaderamente un Alma Fuerte! Criado por familiares y autodidacta fue Maestro por naturaleza…  A los 16 años dirigió una escuela en Chacabuco y su pluma crítica le costó varias veces el trabajo debido a no coincidir con los caudillos de entonces…
Periodista y Traductor trabajó en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires y en la Dirección Nacional de Estadística.
Era reacio a aceptar un cargo político, ya que criticaba duramente a quienes vivían a expensas de los impuestos de la gente…
Es considerado como uno de los «cinco sabios» de la ciudad de La Plata, junto a Florentino Ameghino, Juan Vucetich, Alejandro Korn y Carlos Spegazzini.
El Congreso Nacional le otorgó una pensión vitalicia para que se pudiera dedicar de lleno a su actividad como poeta. Sin embargo no pudo gozar de ella; el 28 de febrero de 1917 falleció en La Plata, a la temprana edad de 62 años. Pero queda viva su extraordinaria Poesía y la fuerza de su Alma.

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