Todavía no era su turno de salir… pero salió igual.
Anduvo por distintos lugares… furtivamente, aunque su paso fue notado, nadie hizo ni dijo nada…
Y todos sabían que su carga era contagiosa…
Lo volvió a hacer, aún en días muy fríos, esperaba que el sol estuviera fuerte y se asomaba con su virulento equipaje… y la gente… nada… aún si «la» veian… y le sacaban fotos… nada
Así lo hizo durante días, hasta que hoy llegó su turno y ya está dispuesta y saliendo…
Está saliendo con todos los permisos concedidos… para estar en los plantines de las huertas, en los pimpollos de las rosas, los pensamientos, las gardenias y los conejitos… está en las abejas que buscan el polen en la colza y en la alfalfa y en el colibrí que congela su vuelo para libar en las flores de los lapachos, calistemos, duraznos, almendros y ciruelos… está en los brotes de los arboles de hojas caducas, que volverán a poblarse de su verde frescura y tambien está en los pájaros que anidan en los de hojas perennes… y en el ciervo que se pasea con la cría por el bosque…
Está en el trigo crecido que será pan… y en el americano maíz de Viracocha que está asomando sus brotes y será con el tiempo mazamorra y polenta…
Está en los flamencos que pintan de rosa la orilla de las lagunas, en los elegantes cisnes, en la solitaria cigüeña con su largo pico y en la liebre que corre en los sembrados…
Está en los obreros que rumbo a su trabajo observan el camino florido, está en los oficinistas que en su árido ámbito de cemento, cristal y tecnología adornan sus escritorios con con flores «robadas» o plantitas en pequeñas macetas…
Está en los niños que abren sus ojos al asombro…
Está en los jovenes Estudiantes llenos de ganas de aprender y de enamorarse de la vida…
Está en los adultos y en su prisa laboral
Está en la paciencia de los abuelos y en su experiencia…
Está en los poetas y los artistas con sus rimas y sus trazos…
Y está, sin dudas en los trabajadores de la Salud, Bioquímicos, Biólogos, Enfermeros y Médicos (solo por nombrar algunos) que envueltos en sus trajes – para no contagiarse – luchan día a día, tratando de hacer posible y verdadero un nuevo renacer…
Al verla en todos y en cualquier lado, me queda pensar si estará en los políticos y gobernantes… y en la posibilidad de que puedan hacer que venza la flor… que, sin importar de quien venga el riego, la planta crecerá fecunda… y su fruto podrá llegar a todos…
Esperemos que la «Primavera» haga renacer la cordura y prevalezca la Ternura y la Empatía… entonces, podamos encontrarnos en Paz y con Felicidad… y los odios sean sepultados para siempre…
Que tengas una muy Feliz y Maravillosa Primavera… y piensa que ahora nosotros no podremos salir mucho, ni muy lejos, pero ella puede venir y ser fecunda… aún en un pequeño rincón de nuestra casa… y por supuesto en nuestro corazón… ese es su contagio…