Dicen que las «musas» inspiradoras llegan en el momento justo… y esta vez, me llegaron desde el Facebook (el mismo que no me deja compartir «Los escritos de Carlitos» por considerarlos con contenido malicioso) con un recuerdo de algo escrito hace ya 8 años… mucho antes de que los escritos siquiera existían… y me parece bueno rescatarlo para compartirlo hoy… y aunque allí verán solo a una Mujer, en ella están todas las Mujeres del mundo y sus alrededores…
En el día de la Mujer…
“El que ha conocido sólo a su mujer y la ha amado, sabe más de mujeres que el que ha conocido mil. . .”
León Tolstoi
No podría aseverar totalmente este pensamiento, pero sí puedo decir que conocí y amé una mujer que me dio muestra cabal de la totalidad que una mujer puede llegar a ser…
Tierna y dulce en el momento oportuno, tolerante si es necesario, fuerte cuando hace falta, amorosa casi todo el tiempo… y tan valiente como difícilmente algún hombre pueda serlo… si alguien vio parir a su mujer, sabrá de qué estoy hablando…
Susana fue todo eso y un poco más… pues le agregó alegría a todas sus dificultades… y nunca, en los 23 años de su enfermedad, dejó de amar…
En los momentos más difíciles tuvo siempre una sonrisa en sus labios… y sus sonrisas no fueron de resignación… fueron un canto a la vida!!
Baste verla con el inmovilizador antes de una “neuroradiocirugía”… así que podemos empezar a hacer cola con nuestras proezas y no llegaremos a hacerle el moño al delantal…
Y por supuesto, creo firmemente que no ha sido la única, que su condición está viva en cada una de las mujeres de este mundo, y cuidado para el resto de los simples mortales cuando nos referimos a la mujer como un ser débil…
Esa es la mujer que amé, y la que sigo amando en la mirada de mis hijos, y cuando se aparece en forma de colibrí a libar en las flores, o es una cigüeña cuando viajo, o en el llanto de un recién nacido, o cuando me mira desde unos ojos nuevos…
Desde su alma y su ejemplo vaya mi simple homenaje para todas las mujeres a quienes tocó con su vida y todas aquellas a quienes hubiera querido tocar…