De niño, no fui al Jardín de Infantes, no sé cual fue la razón… quizás porque no era obligatorio entonces… o por cosas de la época o de los mayores… por lo que haya sido, me perdí esa escolaridad de la Ternura sin par y el Amor sin medidas…
Pero el tiempo me premió con una profesión que me permitió ver de cerca ese mundo de maravillas donde unos Ángeles de guardapolvos de colores liman las aristas y diferencias que los mayores depositamos en nuestros niños… por mucho tiempo pude compartir ese extraordinario mundo de Inocencia…
Quiénes tuvimos la suerte y el privilegio de compartir el trabajo de las «Maestras Jardineras» sabemos lo trascendental de su tarea… Si quieres te cuento un poco…
El maravilloso mundo de los niños se conforma de realidades y fantasías… Y todo tiene forma de juego… la inocencia y la capacidad de asombro se dan la mano, y resultan en alegría y felicidad…
Y desde muy pequeños, en los Jardines de Infantes, la Maestra Jardinera abre las puertas para que entren jugando alegres y felices al principio de normas y reglas…
Y es una tarea maravillosa, pero que necesita de gran paciencia, ternura y mucho amor…
El 28 de mayo de 1950 falleció Rosario Vera Peñaloza a los 77 años. En su homenaje, esa fecha fue declarada Día Nacional de los Jardines de Infantes… Y el día de la Maestra Jardinera…
Iluminada por esa magia especial de los docentes, Maestra adelantada en su tiempo, consideró a la infancia como el tiempo por excelencia para la formación de los seres humanos, pensando más en el presente de esa infancia y convencida que ello brindaría instrumentos para afrontar dificultades futuras… reconocía el verdadero valor del juego y la libertad…
“ …es así como trabajamos aunque parezca que jugamos”… decía Rosarito, la Maestra de la Patria…
La actividad creadora, lograr el conocimiento a través del juego y de la exploración, la agudización de los sentidos, la expresión oral a través de la narración creativa de los niños y de la literatura infantil, el uso de las manos como herramientas creadoras, fueron sus principales postulados…
Quiénes tuvimos la suerte de compartir y continuar el trabajo con las Maestras Jardineras sabemos lo trascendental de su tarea…
Felix Luna, describe como nadie a aquella insigne Maestra y con ella a todas las Jardineras que continúan su legado:
¡Bienhaiga! niña Rosario
todos los hijos que tiene,
¡millones de argentinitos
vestidos como de nieve!
¡millones de argentinitos
vestidos como de nieve!
Con manos sucias de tiza
siembras semillas de letras
y crecen abecedarios
pacientemente maestra.
Yo sé los sueños que sueñas
Rosarito Vera, tu vocación,
pide una ronda de blancos delantales
frente al misterio del pizarrón.
Tu oficio, que lindo oficio
magia del pueblo en las aulas.
Milagro de alfarería
sonrisa de la mañana.
Palotes, sumas y restas
tus armas son, maestrita,
ganando mansas batallas
ganándolas día a día…
Autores: Felix Luna y Ariel Ramírez
Feliz día Jardinera… quizás entre los docentes la que más ha sufrido y sufre con la pandemia y la cuarentena… pues ella vive de la cercanía, atando cordones, abrochado guardapolvos, enjugando lágrimas… pero principalmente abrazando con amor… ya llegará ese momento… ahora parece diferente, pues actúa con poco contacto y cierto distanciamiento… pero en su eterna ronda, siempre tiene Ternura sin par y Amor sin medida…
Bello, bello,tu redacción,me emociono mucho y me llevaste a mis años en Jardín,siempre lo recuerdo como una de mis mejores experiencias.