Tiempo de juegos

– Tarzán! – gritó la mujer.
– Que! – fue la respuesta desde lo alto de un árbol
– Vení a tomar la leche! – concluyó la Mamá.
Cuando niños hemos jugado con seriedad… y al mismo tiempo con alegría… con la inocencia de creer las fantasías que imaginábamos… una rama podía ser una escopeta y cualquier cosa era un juguete… el misterio de las navidades, la alegria de los cumpleaños y las picardías de los carnavales… las extraordinarias aventuras en un lugar agreste imaginario, que era interrumpida (casi siempre en el mejor momento) por una voz vibrante que decía: «¡a tomar la leche!» o «¡a hacer los deberes!»… y obedecíamos protestando, salvo que el hambre fuera mayor que las ganas de jugar…
Caras sucias, rodillas peladas y algunos arañazos en los brazos o piernas de correr por calles polvorientas, arrastrarnos escondidos en yuyales o de trepar los árboles, era lo que ostentábamos como un trofeo de cada aventura…
Esa infancia que parece perdida reaparece de nuevo con nuestros hijos… y luego con los hijos de nuestros hijos… los nietos…
Aunque nunca se termina de aprender de los niños, tengo cosas importantes para decir al respecto…
Los niños deben llorar poco y reír mucho.
Deben «jugar» mucho y sus «trabajos» son: ir a la Escuela, tenderse la cama y ayudar en la casa (todo se puede hacer jugando… así, como dice el refrán «matamos dos pájaros de un tiro»)
La mejor terapia para un niño es el «abrazo curatodo»… el de la mamá es el mejor, pero el del papá también es muy importante y rinde muy buenos beneficios… deben ser administrados aún cuando no parezcan necesarios… tienen efectos de terapia inversa!
Si les hablas te hablarán, y si les cuentas te contarán… es una necesidad para el futuro…
Con un niño debes ser creativo, léeles cuentos, inventa historias increíbles, canta para el y con el (no te preocupes por la afinación, siempre es divertido) juega… lo estimularás y al mismo tiempo «serás niño con él»… aunque te parezca mentira, es maravilloso…
No te olvides que el estado de la niñez es efímero y debe ser gozoso…
Ese niño que fuimos siempre está dentro nuestro esperando salir con la maravillosa empatía para poder jugar… con y como un niño… con ojos y convicción de niño…(aunque nuestro cuerpo no responda igual)
Aunque las obligaciones y las responsabilidades nos tengan muy ocupados… siempre debemos hacer un momento para niños… y para ser niño y Jugar…
Feliz día del Niño!

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