A poco tiempo de comenzar con esto que se ha dado en llamar los Escritos de Carlitos, Magalí, la creadora del Blog, me pide que escriba acerca de las razones por las cuales escribo… y pasando el tiempo no me encontraba con el tema que permitiera explicar… hasta hace unos días…
Primero debo aclarar que lejos estoy de ser escritor, solo soy apenas un Profe de Educación Física que está jugando a enlazar emociones con la palabra escrita…
Un par de meses atrás, precisamente el 1° de octubre, fui invitado a la presentación del Libro «Historizando la Formación Docente» de la «Profe» y Licenciada en Historia Alejandra García, que cuenta cosas desde la creación del Profesorado N° 7 en la década del 60 hasta el advenimiento de la Democracia en 1983…
Como dijo Alejandra en la presentación, cuando se habla de recuerdos, estos pueden estar viciados por la emoción del narrador y los entramados que tejen los cambios sociales… pero la minuciosidad de la investigación va descubriendo poco a poco las realidades de la historia…
Pero, quisiera explicar qué me sucede a mi con este libro…
Los profes, de cualquier asignatura, pretendemos que nuestros alumnos incorporen los saberes que les impartimos… y para asegurarnos de que ello ocurra, recurrimos a incontables métodos, didácticas, estrategias… para luego, llegar al examen y hacer la evaluación que nos muestre cuánto saben…
Pero hay una suerte de evaluación que nos va llegando mucho antes de los exámenes… esa que hacemos cuando preguntamos: «entendiste Juancito, Laura o Adela?»… si nos contestan: «si, profe», no estaremos totalmente seguros… pero si la respuesta llega antes que preguntemos y es un: «aaaaahh!!!» con cierta tonadita de aprobación y satisfacción al mismo tiempo… entonces tendremos la certeza, no solamente que ha aprendido, sino también que lo ha incorporado como recurso para ser usado en el momento oportuno…
Pues bien… con este libro me ha ocurrido eso… Un largo «aaaaahhh» que me ha descubierto cosas y ha confirmado otras que suponía…
Por eso recomiendo este libro para ser leído… como si fuera un cofre, o un baúl guarda en su interior una larga, delicada y (como escribiera al empezar) minuciosa investigación dirigida por la «Profe» Ale (sabrá disculpar la familiaridad del lenguaje) que nos lleva a un singular viaje donde nos explica por qué muchas cosas son como son…
El libro lo leí con rapidez… a pesar de las innumerables notas al pié de página que citan las fuentes de investigación, pero confieso que no lo terminé… me han faltado unas nueve o diez páginas… la razón es porque me lo olvidé en casa de mi hija en San Juan… pero quizás lo haya olvidado a propósito… para que evitar que el libro terminado se silencie en un rincón de una biblioteca… y tal vez, cuando lo recupere, vuelva a leerlo desde el principio, para volver a dejar algunas hojas sin leer…¿Cómo dar vuelta la última página…? Sería como cerrar el centenario portón que guarda la entrada de la Escuela que alberga al Profesorado N° 7 e impedir que cientos o miles… o cientos de miles de historias lleguen a la luz…
Y volviendo al pedido de mi hija Magalí, que quiere saber por qué escribo… he aquí una razón… desde que la tecnología nos ha regalado esta magia de las redes sociales, me prometí hacer uso de ellas solo para cosas buenas… para enaltecer a personas que por su simpleza no dejan de ser importantes; para recordar acontecimientos; para agradecer a la vida por la música, la poesía y los amigos… y como en este caso, para recomendar la lectura de un libro que nos muestra un lugar, en el que se creía que no pasaba nada y sin embargo pasaron cosas que fueron serias y graves…
Por eso escribo, aunque hay otros que lo hacen mejor, me gusta la idea de dar un impulso adicional desde mi humilde lugar de espectador, por haber visto y oído… porque hay historias anónimas que no tenían rostros ni nombres y Alejandra les recupera la Identidad y les otorga una Luz que debe ser vista… en el medio de lo siniestro y abusivo de aquel momento, la reacción de ese músculo social que está escondido en las personas de bien, dió como resultado que el drama no resultara en una tragedia irreparable…
Un libro para ser leído, pensado y vuelto a leer… y si quieres, haz como yo… que me dejé el final sin leer… para volver a empezar, y decir nuevamente… aaaaahh…