En el final del día, acostumbramos a llevar a cabo una revisión de lo realizado en la jornada y sacamos la cuenta de lo que hicimos, pagamos, gestionamos, ayudamos y tambien lo que olvidamos…
Claro, es verdad, no lo hacemos todos los días, ni tampoco todas las semanas… ya en cada fin de mes nos vamos poniendo las pilas… y a fin de Año sí, la evaluación… el balance, se hace más exhaustivo… y vemos si nos ha sobrado algo de dinero, o tenemos acceso a un crédito para las vacaciones…
Y de paso visitar a algún familiar o un querido amigo… y en ese tiempo que es para descansar también nos queda saldar esa «deuda» afectiva que tenemos con familiares y amigos…
«A este lo visitamos para Semana Santa, a ella en las Vacaciones de Invierno, estos otros los vimos en el Finde Largo….» Algunos están tan lejos que solo están en los Sueños y en la Esperanza de «Algún día…»
Así siguen nuestras tribulaciones para equilibrar los deseos de «abonar» la deuda emocional…
Este año, con las dificultades que hemos tenido llegamos al final con la «deuda descomunal» parecida a la de tantos años… Tenemos amontonados los «Acreedores» y sentimos el corazón estrujado buscando a quien pagar primero!! Y no es por los otros… es por nosotros y esa necesidad de hacer lo que durante todo el año no «pudimos»… Aunque, gracias a la tecnología, nos pudimos ver y hablar a pesar de la distancia, no es lo mismo… no es lo mismo que el contacto, que poder mirarse a los ojos, que darse la mano o abrazarse… que compartir comida, bebida o simplemente tiempo…
Tenemos solo los ecos de un evento que nos regaló el año pasado una algarabía que nos permitió mitigar los problemas que nos agobiaron y justo para las fiestas… eso es pasado, los problemas de hoy los debemos enfrentar a «mano limpia», y para ello deberíamos evaluar nuestras faltas… cuántas veces el temor nos encerró más de la cuenta; cuántas veces la falta de empatía relegó la ayuda que debíamos haber dado; cuántas veces cuestionamos a los demás cuando éramos nosotros mismos quienes debíamos ser cuestionados… cuantas ideas equivocadas impusimos, cuánta censura practicamos… y fue a nosotros mismos… ahora todas golpean en la puerta de nuestra conciencia para mostrarnos la necesidad de trabajar en equipo…espero que podamos escuchar su voz y en el próximo año ser más Solidarios, practicar más la Empatía, estar Dispuestos para ayudar, Humildes al ser ayudados, Respetuosos con los mayores, Cariñosos con los niños… y principalmente Juzgar menos y Amar más…
Cada uno que reciba este mensaje, de algún modo ha ocupado un tiempo de mi 2023… algunos sólo un pequeño flash… otros más tiempo… no existe forma de valorar esa importancia… La Luz es Luz… magnífica siempre! Me disculpo de no haber podido hacerla durar más tiempo… Y lo hago a través de este escrito… con la esperanza de que el 2024 nos permita mantener y profundizar el contacto… y porque no, darnos un caluroso abrazo!
El año que está pasando ha tenido luces y sombras… quedémonos con las luces, pero no olvidemos las sombras… y así iniciar un Nuevo Año con Fe y Esperanza…
Es mi deseo que el 2024 se inicie con Paz y Felicidad para todos…