Si se acuerdan de Moisés, en el Antiguo Testamento, libro común a muchas religiones, la liberación y salida del pueblo judío de Egipto inicia una celebración conocida como Pascua o Pesaj y que simboliza el «paso» o «salto» del «pueblo elegido» desde una vida esclavizada a su libertad…
Pero después, ese pueblo estaba nuevamente sometido, esta vez por la dominación romana y esperaba la llegada de un Salvador… Que llegó, pero para salvar a la humanidad… con un «Nuevo Mandamiento» que resumía los 10 anteriores… «Ama a tu prójimo como yo te he amado»…
Y allí empezó una nueva Pascua… el paso a la Vida Eterna…
Y el más grande acto de amor es representado por una de las más cruentas formas de castigo… la crucifixión, para que la grey Cristiana no olvide su sacrificio…
Sin embargo el mensaje de Jesucristo es más que una imagen doliente y crucificada…
Como en la canción «La saeta», el Cristo verdadero es «el que anduvo en la mar»… el que estaba con las necesidades de cada uno…
En aquel tiempo la Lepra hacía que se rechazara a los enfermos y se los marginara a cuevas en las afueras de la ciudad… allí familiares y amigos les acercaban agua y alimentos… Jesús curó a los leprosos con Fe… Ahora seguramente vendrá por nosotros, pero a la Fe y a las oraciones debemos agregarles coherencia… ahora que hemos vuelto a la vida habitual, no debemos olvidar lo aprendido en tiempo de pandemia… para que esta sea una nueva Pascua, un nuevo Pesaj, un nuevo Paso… que nos debería permitir dar ese Salto a una Vida mejor… una vida de Amorosa Hermandad…
En ese tiempo, del que hace poco se cumplieron 4 años, el «Cristo de la Mar» no se privó de visitarnos… lo hizo en cada Médico, en cada Enfermero, en cada Recolector de residuos, en los Empleados de los mercados y en los Farmacéuticos… en cada Camionero y Chofer… en los Amigos y la Familia que nos asistieron…
La Pascua no deja de ser una fecha comercial dedicada al paseo, a la compra de costosos artículos que resignifiquen nuestra Fe o a la preparación de «manjares» que den muestra de cierta «humildad» con un ayuno de carnes rojas… pero como los tiempos de Dios son perfectos, siempre estamos a tiempo para meternos de verdad en la Pascua… y hacer el «Ayuno»… que no tiene tanto que ver con la comida… porque debemos «Abstenernos» de Odiar, de Discriminar, de Ignorar, de Envidiar, de Relegar, de Olvidar… también debemos hacer Ayuno de la Soberbia para alimentarnos de Empatía y dejar las Broncas de lado para dar lugar al Amor…
Ya sea alrededor de los Huevos o los Conejos de Pascua, con empanadas de Vigilia, una mesa de Pastas o Pescado a la «como lo hace Mamá»… cualquiera sea la opción no falte el AFECTO, abunden los ABRAZOS y todo se inunde de AMOR…
Que en este tiempo de Pascua llegue a nuestros corazones la Fe y la Esperanza que tanto nos hace falta… y seamos redimidos… pero mejores…
Muy Felices Pascuas!!!!
Dice una voz popular
«¿Quién me presta una escalera para subir al madero?
Para quitarle los clavos a Jesús, el Nazareno»
Oh, oh, la saeta al cantar
Al Cristo de los gitanos’
Siempre con sangre en las manos
Siempre por desenclavar
Cantar del pueblo andaluz
Que todas las primaveras
Anda pidiendo escaleras
Para subir a la cruz
Cantar de la tierra mía
Que echa flores
Al Jesús de la Agonía
Y es la fe
De mis mayores
Oh, no eres tú mi cantar
No puedo cantar, ni quiero
A ese Jesús del madero
Si no al que anduvo en la mar.
LA SAETA (Antonio Machado)